googlece0dc0266b121078.html LOS OVNIS DE DON TOÑO: * Diseño inteligente; todos trabajan en equipo *

miércoles, 14 de noviembre de 2012

* Diseño inteligente; todos trabajan en equipo *






***Para nada ésta reflexión intenta siquiera ser una teoría, tómenlo como un pensamiento personal hecho público como cualquier otro pensamiento.
Para sostener ésta idea hay que partir de la base que indica que el sistema solar es una maquinaria perfecta que obedece a un diseño inteligente, al cual cada quien le pone el nombre que más le guste. A veces hablamos de los cuerpos celestes como si fueran enemigos unos de otros, por ejemplo solemos utilizar frases como *una llamarada solar acabará con la Tierra*, o *el asteroide tal amenaza con extinguir la vida en la Tierra*, o *Rayos cósmicos serían causantes de la hecatombe humana*. Pero lo hacemos porque todo obedece a utilizar un lenguaje pre-establecido que ilustre nuestros conceptos y podamos entenderlos desde nuestra visión humana.
Yo creo que ningún elemento del espacio es enemigo de otro, trabajan en conjunto por un fin, que la maquinaria funcione acorde a un plan sabiamente creado. Si lográramos captar que el Sol no agrede a la Tierra con su radiación, sino que le permite existir tal como la conocemos, entenderíamos éste concepto. Cada cosa está puesta en su justo lugar y en su justa función. Por ejemplo, la interacción entre Tierra-Sol es maravilloso. Para que el Sol permanezca flotando allá arriba durante millones de años sin apagarse, debe haber sido programado con una energía tal, que también hubo que tomar recaudos para que no se transformara en algo letal. La magnetósfera terrestre hace el trabajo de dejar pasar sólo lo que la Tierra necesita. 

Cuando la ciencia descubre lo que llaman *anomalías* o desperfectos, yo me pregunto..¿ en verdad son fallas?. Todo el sistema solar trabaja en equipo, cada cosa posee ese diseño inteligente capaz de resolver en millonésimas de segundos cuando algo debe ser modificado. Si el Sol sabe que la Tierra está teniendo lo que llamamos *grieta* en la magnetósfera, pues ¿qué hace?...que las manchas en posición geo-efectiva....se desactiven...Si el Sol continuara con el calendario solar de 11 años postulado por la ciencia humana desde nuestra corta comprensión, la Tierra sería pulverizada en un minuto, y ya no sería necesaria una llamarada de clase X...sino con una insignificante C. La inteligencia de la gran maquinaria perfecta detecta algo y obra en consecuencia de inmediato. Y uno se pregunta cómo sigue el plan si tomamos a la Tierra como el eslabón más débil del sistema solar, ya que es el único planeta que posee vida *visible* tal como nosotros la concebimos. Si la magnetósfera se avería no es porque alguien la rompa a drede. Continuando con el análisis cuan si se tratara de una Mamuska, esas muñecas rusas que se guardan indefinidamente unas dentro de otras, creo que llegamos al quid, al alma, al primer punto de la línea. El núcleo terrestre, otro engranaje perfecto que se mantiene candente y sin apagarse para que todo funcione en nuestro planeta. El grave problema que aún no logro desentramar es si la órden inteligente de ir modificando los parámetros de éste equipo, nace desde adentro hacia afuera o es a la inversa. 

Quiero decir, que si a partir de lo que llamamos *fallo* ocurre desde el núcleo de la Tierra hacia el sistema solar o es desde el límite del sistema solar hacia el núcleo de la Tierra. Tal vez, la máquina del sistema solar es también una pequeña parte de la gran máquina del universo y todo se incia desde el sin fin que no podemos medir de ninguna forma. Porque si debo aplicar la idea de un trabajo en equipo para un funcionamiento perfecto, debo tener en cuenta que si la región por donde el sistema solar navega, propone nubes de materia inter-estelar altamente densas, eso hace comprimir la heliósfera, que es el escudo protector de nuestra estrella, el Sol. Al sentir la compresión el Sol debe necesariamente *pensar* en qué acción tomar con respecto a la Tierra que también ve comprimida su burbuja protectora, la magnetósfera. La Tierra no debe ser calcinada por las habituales llamaradas solares de sus ciclos de máxima como lo es el presente, por lo tanto el Sol decide no hacer el habitual ciclo, las manchas son menos y las menos se desactivan frente a la Tierra, pero deben vomitar su fuego hacia el lado opuesto para seguir manteniendo vivo el incesante fuego necesario para que la Tierra tampoco se congele. Tomando como parámetro ésta conclusión, pienso en la función que cumplimos nosotros, los humanos. No hemos trabajado en equipo...

No lo estamos haciendo y si una parte del engranaje no responde a su función, el diseño inteligente debe tomar las medidas necesarias para que la gran máquina no falle, y no va a fallar. El ser humano ha malvivido sobre éste paraíso que ha sido transformado en un infierno por su propia voluntad, ayudado por influencias externas que obedecen a seres que trabajan para romper la maquinaria. Muchos pensarán...¿ entonces no habrá condenación?, ¿el Sol nos va a perdonar?, ¿el núcleo no se va a desestabilizar?, ¿la corteza terrestre no se deslizará?. El problema somos nosotros...y formamos parte de los engranajes de la maquinaria, por lo tanto no podemos ser eliminados pues si no, la maquinaria dejaría de funcionar en su conjunto y eso es un imposible para el diseñador del todo. Creo que vamos a ser transformados, antes de que con nuestras actitudes desatemos una guerra nuclear, por ejemplo, o que por inconsciencia las plantas nucleares se rompan y amenacen a la gran maquinaria del universo. Quizás, al observar todo ésto, la órden venga en efecto dominó desde esos confines que no tienen límite medible y cada elemento de la maquinaria decida la forma de hacer que lo que no está funcionando...sea reparado. El avance destructivo del ser humano debe ser frenado, y para frenarlo el ser debe recibir un shock lo necesariamente fuerte para ponerlo en caja y que no entorpezca el normal desarrollo de la gran maquinaria. 

Tal vez el Sol reciba la órden de soltar una llamarada lo suficientemente inteligente para no eliminarnos pero sí transformarnos. Quizás un asteroide deba ser enviado para el mismo inteligente fin, o tal vez el núcleo de nuestra Tierra tenga que sacudirse para hacer el mismo trabajo. ¿Un rayo gamma? ¿porqué no?, ¿un cometa? tal vez...Nadie aquí conoce a semejante diseño inteligente como para saber cuál será el método más eficaz para mantener a la gran maquinaria en perfecto estado. Pero claro...nos han enseñado a que éstas cosas las cataloguemos. Tragedias, catástrofes, hecatombes, armagedón y un sin-número de palabras que no son correctas si las vemos desde el lado del diseño inteligente. Entender éstas cosas nos resulta doloroso si sólo interpretamos que la vida útil de un cuerpo humano al llegar a su fin, es el final de todo. La muerte a la que tanto tememos nos ata a lo que implica vivir sabiendo que un día moriremos...Bastaría con mirar el funcionamiento del diseño inteligente para aceptar que cuando nos toque entregar el cuerpo, todo se transforma para mantener la maquinaria en perfecto estado. Nuestro cuerpo no es como esa bolsa de nylon del supermercado que contamina y agrede a la tierra, nuestro cuerpo fué hecho como un vehículo afín al diseño, que debe servirnos para algo llamado vida, y que luego se integra de manera inteligente al suelo o al aire.



Y al dejar el envase, nuestra escencia continúa formando parte de un todo, como lo es todo, cada cosa creada es útil y tiene un propósito para que el diseño se recree, eterno e inmodificable por toda la eternidad, que en definitiva es el no tiempo, es la no medida, es el no concepto. El concepto, la medida y el tiempo, son útiles solamente para la conexión entre nuestra escencia y el cuerpo que debemos habitar por un período llamado vida, después, los conceptos no son necesarios en la parte donde seguiremos existiendo para formar parte del diseño inteligente. Creo que, vivir en el envase llamado cuerpo, nos hace legalmente curiosos y previsores, nos vuelve inquietos porque todo lo queremos saber, y está bueno que querramos estudiar, observar, e intentar estar alistados ante cualquier cosa que suceda o pueda suceder en nuestro entorno terrestre u espacial, pero saber por saber sin tratar de sacar provecho de lo que sabemos....no tiene sentido si no somos capaces de reflexionar. Los miedos, el pánico, el instinto de sobrevivir es algo natural y también debe ser muy legal para el diseño, que tratemos de hacer lo que podamos por mantener la vida de nuestro cuerpo, pero a la vez el diseño nos ha brindado la razón para que en lugar de querer adivinar cuando o cómo habrá que salir de aquí, entendamos que saldremos indefectiblemente, y que iremos a otro lugar a continuar existiendo de la forma en que tengamos que hacerlo según el diseño inteligente. 

Si el ser humano no se pone a pensar en éstas cosas, difícilmente pueda disfrutar del estadío dentro del cuerpo llamado vida, y tal vez al dejarlo, la escencia deba ir a un lugar donde nuevamente haya que ser re-programado para estar apta para que la gran maquinaria de la Creación funcione a la perfección. Nada falla en el todo, estimados lectores, la falla o el error no existen, inclusive creo que nuestras fallas y errores que producimos en el ciclo de nuestra vida humana obedece también a una función, es como el aceite que necesitan los engranajes de la máquina. Mirando el sistema solar es el mejor ejemplo de trabajar en equipo, donde cada parte cuida a la otra y no tiene opción al error sino adecuarse de inmediato a un cambio en el funcionamiento. Armonía, equilibrio, virtuosismo, bien común, meta, objetivo, plan. Si esas cosas que llamamos Sol, Luna, planetas, etc., obedecen a un diseño inteligente pues, han superado el fallo de una mala decisión, no hay lugar para el error, no existe el error, existe la perfección. Cada vez que vemos lo que llamamos tragedia climática o evento extremo espacial, deberíamos confiar en que lo que suceda será parte de un diseño perfecto que garantiza la armonía de un todo.

Si aplicamos ésta razón a lo poco que sabemos de la vida, los ejemplos abundan en la misma naturaleza. La religión y el conocimiento antiguo han jugado un papel fundamental para que entendiéramos que no estamos solos y que no somos el centro primordial del universo. Entidades celestiales han quedado plasmadas en el ancestral conocimiento humano del cual guardamos registros y evidencias. Que hayamos tergiversado las cosas, es otro tema...Así como el perro herido y atrapado bajo una pared que se le cayó encima nos mira lastimosamente con su último aliento de vida esperando que le salvemos, así vemos nosotros hoy, que alguien venga a rescatarnos desde las profundidades del espacio. El problema es que el perro, por ejemplo, antes de esperar inerme que lo saquemos de debajo de los escombros, rasguñó las piedras, ladró, se contorsionó desesperadamente para poder salir por sus propios medios hasta que finalmente su energía se agotó y dependió de nuestra misericordiosa ayuda. Tal vez nuestra especie no ha llegado al punto desesperante de no poder valerse por sus propios medios para salir del agobio, tal vez tengamos que gritar mucho, hacer fuerza, luchar y tratar de romper la prisión que nos oprime. Allí está el acertijo, ¿lo estamos haciendo?.
¿Es el momento de la ayuda cósmica?, nuestras pobres miradas ¿merecen la misericordia de alguien superior que deba rescatarnos?

¿No estará esperando que reaccionemos primero?.
No me cabe duda de que a lo largo de la historia humana nos han estado metiendo trabadas, tacles y zancadillas para que no pudiéramos enderezar las antenas de la razón, pero en la misma proporción siempre ha existido algo que nos ha arrojado mareas de luz y conocimiento para que no quedáramos tendidos en el suelo. Y pareciera que jamás logramos una masividad para ponernos de acuerdo, siempre divagamos en las divisiones estériles, y la pregunta es inevitable, ¿hasta cuando? ¿in eternum?, yo creo que no será por siempre, he allí donde aparece la decisión de la perfecta maquinaria inteligente de resolver en milésimas de segundo cómo se corrige y se conduce a una parte del engranaje a que se adecúe al buen funcionamiento. Es muy probable que alguna de las partes del diseño decida en algún momento corregir, enderezar o encaminar lo que intenta salirse del esquema perfecto, no hay voluntad maligna que pueda entorpecer porque, si pensamos que lo está logrando, deberemos entender que es su función hacerlo para un momento determinado. 

Cuando aquél evento denominado Carrington, la ciencia se puso en guardia y no pudo hacer nada más que intentar estudiar el fenómeno para saber si sería posible que volviera a suceder en un futuro mediato. Se supo que el evento era posible y en el presente, sin embargo ningún conocimiento fué logrado para evitarlo...La máquina nunca revela lo que hará ni en qué momento preciso, apenas nos permite por alguna causa, saber que sucederá. Mientras tanto nuestro escudo protector terrestre está dejando pasar peligrosamente *cosas* que provienen del Sol y nosotros pensamos en lo que sucedería si el Sol activara sus manchas tal como la ciencia quiso adivinar denominando los estados de ánimo del Sol como *ciclos*...y el Sol le demuestra a la pretendida ciencia que él no obedece a la ciencia humana, sino al diseño inteligente. Él ha decidido que no es momento aún de aprovecharse de nuestro débil escudo para activar sus manchas. De todas formas y muy a pesar de la torpeza humana de querer adivinar lo que el Sol piensa, él lo hará cuando sea el momento preciso y no cuando nosotros querramos.
Lo mismo nos cabe ante cualquier evento que forma parte de cada parte, del majestuoso y perfecto diseño.
Gilgamesh***

FUENTE:  http://tiemposllegados.blogspot.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTAME TUS IMPRECIONES PARA PODER MEJORAR