El
día otoñal típico, con algo de frío y una tenue llovizna, se presta
para reflexionar un poco acerca de la religión, o más bien de nuestras
creencias y nuestros temores de esos que a veces no queremos siquiera
imaginar.
Ésta
reflexión surge gracias a July, atenta lectora de éste blog, con
respecto a nuestra incertidumbre cada vez que intentamos hilar fino
sobre Dios.
Antes,
y cuando digo *antes*, me refiero a 4 o 5 décadas atrás en el tiempo,
vivíamos en otro mundo, donde nuestra cultura y nuestros modos eran muy
distintos a lo que hoy podemos ver. Vivíamos en sistemas familiares muy
estrictos, a veces basados en un respeto hacia todo lo establecido, una
educación rígida que se nutría en muchas ocasiones, del miedo, la
severidad, la amenaza, etc.
Nuestros
abuelos y padres hacían lo que podían y no se les puede acusar de nada
porque cada quien vive su época tal como la época es, y eran tiempos en
los cuales todo era muy acotado, la educación en las escuelas o
universidades se limitaba estrictamente a lo que pasa siempre, cuando
los sistemas políticos a nivel mundial dan las directivas de cómo se
encara la educación, los países suelen seguir el patrón sugerido desde
el centro de las decisiones.
Los
libros de historia de los cuales abrevábamos obviamente eran
seleccionados meticulosamente para que aprendiéramos como cierto, todo
lo que el centro de decisiones quería. Autores que obedecían a teorías
consecuentes con la ideología que nos metían a la fuerza através de esos
libros. *La historia la escriben los que ganan* es una frase muy cierta
que luego, recién con el paso de los años, supimos decodificar.
Ese
paso de los años nos llevó a una especie de evolución-involución,
porque si bien nos enteramos que otra historia yacía oculta,, acallada
vergonzosamente, de manera paralela surgieron muchas historias
inventadas, para desinformarnos por la confusión, y para paralizar
nuestro despertar. Lamentablemente con la llegada de la globalización,
lo que positivamente resultó en *liberación de información*, trajo
también consigo un gran deterioro en la condición social que hoy podemos
ver.
Antes
éramos individuos reprimidos, y hoy liberales en exceso, de robots
obedientes pasamos a ser autómatas desprejuiciados. Antes, era imposible
cuestionar la religión, ni siquiera dentro del seno familiar, el
bautismo, la primera comunión y luego la confirmación, eran dentro de
las familias católicas una ley a rajatablas cumplida. ¿quién se atrevía a
cuestionar las enseñanzas del Libro? ¿extraterrestres?, ¿sumerios?
¿egipcios? ¿mayas?, no.
Esas
cosas no eran ni conocidas ni difundidas. Habían sí, personas que a
pesar del hermetismo sabían de éstas cosas, pero el mismo sistema se
ocupaba de mantenerlos en silencio y en la obscuridad.
Hoy
la información está a nuestro alcance con sólo mirar la televisión o
hacer un clic en Google. Pero la estrategia del ayer permanece hoy,
disfrazada y perfeccionada a través de otra oferta, *usted puede contar
su historia en total libertad*.
Y el problema es que hoy todos opinamos, otros tantos inventan, y otros tantos tergiversan. Conclusión; todo sigue igual.
La
Torre de babel antigua hoy es burlada a través de la tecnología global,
los traductores instantáneos nos permiten saber qué dice un croata, por
ejemplo.
Pero el problema radica en que nos comunicamos pero no pensamos, que es algo muy distinto.
Y cuánto más creemos saber sobre Dios, más dioses tenemos...
Creo
que todos alguna vez, salimos de la estructura rígida de la religión
implantada y nos hicimos la pregunta del millón ¿Dios existe?, ¿es quien
me dicen que es?.
La
gran mayoría inmediatamente quitó esas preguntas de su mente y volvió a
las viejas estructuras, porque es muy difícil dejar de lado el temor
que provoca cuestionar algo que siempre se ha dado como una verdad
absoluta.
Otras
personas en cambio, logran levantar esa cortina intentando al menos
albergar la posibilidad de cuestionar. Uno descubre cosas que cuando se
comparan con la versión oficial de éste mundo pre-establecido, se da de
bruces y las estructuras mentales tiemblan. Se experimenta primero una
especie de espasmo, sensaciones de sentirse un idiota, y en el medio de
esas sensaciones también sigue apareciendo el miedo, miedo a perder un
lugar en el paraíso prometido por estar dudando..
El
miedo ha sido una de las palabras más fuertes de la historia humana,
realmente paraliza y mantiene al individuo en un estado de animación
suspendida, criogénesis que le llaman.
Muchas
personas tienen demasiados problemas en sus vidas cotidianas como para
ponerse a pensar en cuestionar, es muy difícil prestarle atención y
tiempo a éstas cosas cuando hay que trabajar duramente para ganar un
dinero y pagar las cuentas.
Trabajo
duro que nos roba horas de descanso, descanso que nos obliga a no
ponerle atención a otra cosa que no sea, dormir, o salir de compras por
el centro comercial para ver las hermosas vidrieras donde volveremos a
regalar nuestro esfuerzo entregando el dinero que tanto nos costó
ganar...un círculo vicioso que hábilmente nos mantiene en criogénesis.
Son
tiempos en los cuales otras muchas personas hacen un esfuerzo casi
sobrehumano para negarse a aceptar la criogénesis y se abren a
interesasrse por esas cosas reveladoras que les llevan a cuestionar, es
muy difícil lidiar con la criogénesis y a la vez intentar salir de ella.
Muchos
descubren la otra historia que impacta y shockea, por ejemplo las
traducciones de Sitchin de las tablillas sumerias, que hoy nadie puede
refutar, y que nos ha revelado la existencia de algo previo a los libros
que nos metieron a la fuerza, como las cucharadas de sopa hirviendo,
esas que no queríamos tomar, pero que aceptábamos por la fuerza.
Anunnaki,
creadores que revelan de puño y letra de escribas sumerios, sobre su
llegada a éste planeta y su intervención humana, la interacción, sus
guerras devastadoras, y la misma vieja matriz...hermano contra hermano.
Y
todo parece al principio, una fantástica y atrapante historia de
ciencia ficción, pero luego se transforma en un nuevo problema, cuando
el individuo se vuelve a preguntar y cuestionar.
Para
colmo, esa torre de babel a la inversa hoy nos bombardea con distintas
versiones del trabajo de Sitchin, y aparecen los intérpretes, los
mentirosos y los tergiversadores...como siempre, el combo a la máxima
potencia. Y muchos de ustedes sienten cierta desorientación porque han
leído en un lugar que los Anunnaki eran reptiles, en otros lugares leen
que eran serpientes, en otro lado que Enki era el malo y Enlil el
bueno...una ensalada que definitivamente les hace volver a la
criogénesis...
Surge
el vacío absoluto, el terror de llegar a la conclusión de que nuestros
dioses nunca volverán, de que no hay promesas futuras que serán
cumplidas, que corremos con la misma suerte genética de autodestruírnos,
de que nada superior nos rige, de que estamos solos, absolutamente
solos en un universo infinito donde a nadie le importa sobre nuestra
existencia..a quién rezar...quién me escucha....estamos solos y
abandonados.
Es
como si la babel moderna nos dice ¿querías cuestionar? ahí
tienes...toma de tu propia medicina. Y todo lo que parecía un
maravilloso descubrimiento se transforma en desolación.
En
mi opinión creo que es necesario que pongamos un poco de claridad sobre
éstas cosas, porque ciertamente el bombardeo des-informativo es tal y
la necesidad de saber es tal, que todo termina funcionando como la gran
babel antigua y la gran babel moderna.
Hoy
día, discernir es tarea difícil y se transforma casi en una cuestión de
Fé, creer primero en tal o cual información, y mañana descreer, para
que pasado mañana volvamos creer en lo anterior, y es normal...hay mucha
basura carente de análisis, allí es donde la gente no sabe al final qué
es cierto y qué no lo es.
Yo
voy a atenerme estrictamente a quien es incuestionable con respecto a
las traducciones sumerias, Zecharia Sitchin, pero no quiero perder el
tiempo relatando lo que ya está escrito, quiero resumir para analizar
junto a ustedes y espero que ustedes después decidan si creer lo que
aquí analizo o prefieren quedarse con otras teorías, es vuestra
conclusión final la que es una especie de custión de Fé o de confianza.
Ustedes
mismos habrán llegado a su propia conclusión que debe ser necesaria
para dejar de estar en criogénesis o en la moderna babel. Al menos
quiero ofrecerles algo que les ayude a desentramar, pero yo no les voy a
resolver sus dudas, cada quien debe necesariamente ponerse en claro, y
finalmente elegir en donde quedarse.
Si
buscan la adrenalina de la habitual info, pues les recomiendo que vayan
a otros sitios, porque lo que sigue es largo y profundo, no recomendado
para dormilones/as, o buscadores de sensacionalismo, recetas mágicas o
bandejas de plata.
Fin parte 1.
Continuará.
***Gilgamesh***
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